Despierta, Princesa.
Dime cómo llegaste hasta aquí.
Oh, ¿No sabes la respuesta?
Está bien. A veces (Solo a veces)
nuestro pasado no es importante.
¿Quién eres? o quizás, la pregunta
debería ser "¿Quién serás mientras estés
aquí?"
Yo digo que eres un ave.
Puedo ver tus alas rotas,
Puedo verte luchar contigo misma y
tus inmensas ganas de volar.
Es difícil habituarnos a lugares nuevos,
a gente nueva, a amores nuevos,
a mundos nuevos.
Pero así debe ser.
Incluso tú, desde el mismísimo instante en que
aterrizaste aquí, eres alguien nuevo. Por lo menos
para mi, lo eres.
Puedo ver la Reina que escondes tras el miedo,
Puedo ver tu reino y a tu gente.
¿Dónde estás, querida?
¿Estás perdida?
¿Existe una razón por la cual hayas venido?
No lo sé, ni me importa.
Y probablemente, tú tampoco lo sabes
Pero si estoy seguro de que te importa,
y te digo, ya no más.
Deja de lado tus demonios. ¿Caminamos?
Te invito a comenzar un nuevo viaje.
Pero antes, despierta.
Despierta.
¡Despierta!
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