Paraguas

Ese azul y de otros cuantos colores.
Ese que gira en mis manos
Y que tiene la esencia de las tuyas.

Ese que ha visto mi a mi brazo, lánguido y
Un tanto temeroso, rodear tus hombros.
Y luego arrepentirse... y pensar
que es estúpido y que fue poco natural.

¡Pero qué más natural podría ser!
Si lo impulsa el viento,  ese que
hace bailar a las hojas en otoño
ese que hiela la sangre y la médula de los huesos.

Y vuelvo a mirar el paraguas, desenfocado,
como si de una extensión tuya se tratase.
Y vuelvo a hacerlo girar, pensando en que
contiene historias mucho más tuyas
que mías.

Que de mi, solo sabe mis secretos pues
los siente cuando lo sostengo, con un
temblor imperceptible para el mundo, pero
claro y evidente para él.

Quizá no sepa nada, quizá sea, como los
hombres del río, alguien que solo cumple con
mantenerte segura del agua amenazante
y poderosa.

Pero es noble, y me entiende... porque me ha
sentido respirar agitadamente.
Ha sentido mi corazón latir más rápido, ha
sentido el golpe eléctrico, casi paralizante que
recorre cada conexión de mi cuerpo.

Me ha visto mirarte de reojo,
y perderme en tu existencia.
De vez en cuando me lanza gotas de agua,
de agua muy fría, para despertarme.

Para recordarme que camino, que hay
más mundo que el que tengo a mi lado.
¿Has notado cómo me pierdo a veces?
Cosas frente a mis ojos, la escalera equivocada,
etcétera, etcétera.

"Solo te seguía a ti" Porque entonces
nada más tiene sentido.

Miro ese paraguas azul,
Inerte e impasible.
Pero él sabe, él sabe cosas muy mías
y que por ahora, aunque infieres, desconoces.

Ese paraguas azul,
ese que hago girar en mis manos.
Ese que tiene la esencia de las tuyas...
La esencia de las tuyas.